Mulato de ínclito
don
con la guitarra en la mano,
regio talento cubano
para el bolero y el son.
Come el duende chicharrón
al ritmo de tu guaracha
y en un acorde sin tacha
trova tu voz caribeña
a la ilusión más pequeña,
a Changó o a una muchacha.
Salud, suerte, inteligencia
y lógica en tu proclama,
tu verso augusto reclama
porfía y clarividencia.
Nos dé Obatalá sapiencia
para gobernar la brida,
que aunque zahiera la vida
siempre nos quedará el canto
para espantar al espanto
hasta el fin de la partida.
Tiene compadre tu arte
ritmo, cadencia y acento,
el espejismo y lamento
de las rimas de Duarte.
Tu voz es un estandarte
para tu numen fecundo,
tu verso limpio y profundo
y tu trovar tan certero
que aun siendo compay primero
pareces Compay Segundo.
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