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Soneto
para Ana (de sus padres, Pedro e Isabel) |
Un soneto para festejar
tu boda
te brindamos ante este auditorio amigo
con nuestra querida Marta de testigo,
tú de novia y yo ejerciendo de rapsoda.
Te quisimos, niña
de agua, siempre y toda
desde el día en que anidaste aquí en mi ombligo.
Ya eras Ana desde entonces y eras trigo
y eras luna y eras brisa que acomoda.
No viniste ni del frío
ni la lluvia,
ni del tedio cenagoso y la desgana,
que llegaste del amor y del anhelo.
Y hoy que al fin ya te
desposas, niña rubia,
niña de agua, mujer niña, niña Ana:
¡Ojalá que con Raúl toquéis el cielo!
Junio de 2012
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