Un año más, internautas
-de nuevo por estas fechas-,
este juglar cibernauta
os desea ¡Felices Fiestas!

Que os aproveche el champaña,
las delicias estepeñas,
las copiosas cuchipandas,
el mazapán y las neulas.

La blanca pasta hojaldrada
y ese Almendro que regresa
mientras Puigdemont se marcha
y arma el belén en Bruselas.

Van a verlo sus mesnadas
porque cumplió su promesa:
¡los ha sacado de España!
(aunque sea yéndose a Bélgica).

Campaña sobre campaña:
vuelve el villancico estrella.
Tras tantas barrabasadas
¿quién ganará esta contienda?

¿Logrará ser Arrimadas
la próxima Presidenta?
¿Volverán a las andadas
los indepes si gobiernan?

Y el ciento y pico de marras
¿cuánto seguirá en vigencia?
¿Ahora Serrat es un facha?
¿Y con quién bailará Iceta?

¿Volverá a ser proclamada
la República de Ikea
que duró un fin de semana?
¿Regresarán las empresas?

Ante tamaña avalancha
de preguntas sin respuesta,
catalanes, catalanas:
yo, ni pajolera idea.

Quién tuviera, quién hallara
esa fórmula secreta
o quién la varita mágica
que solventara el problema.

¿Reformar La Carta Magna
y poner en almoneda
la nación y trocearla
en naciones más pequeñas?

¿Federal? ¿Confederada?
¿Qué es España a fin de cuentas?
Ahora es tiempo de subasta:
haga cada cual su apuesta.

Y entre tanto, nada cambia
y siguen las corruptelas:
las offshores paradisiacas
y los Gürteles de Génova.

Los discos duros de Bárcenas
-más dura tiene la jeta-,
la cachaza mariana
y la caja Be pepera.

Sigue Trump con sus trumpadas
y el sátrapa de Corea
del Norte con su escalada
de juguetitos de guerra.

Por si acaso una mañana
todo se va a hacer puñetas
y acabamos, tras la traca,
como confeti en verbena.

O un yihadista majara
-de la forma más rastrera-
nos envía a criar malvas
o se inmola a costa nuestra.

Afinemos las guitarras,
templemos las panderetas
y cantemos la Parrala
que llega la Nochebuena.

Que luzcan, pues, las guirnaldas
y las luces navideñas,
las urbes engalanadas
y los abetos y estrellas.

Y si El Gordo no se para
tampoco hogaño en tu puerta,
tal vez tu media naranja
te llegue de otro planeta.

(Que te lo cuente Amenábar
que ha hecho el filme que lo cuenta
para fruición y algazara
de loteros y loteras.)

Y al son de las campanadas
daremos en Nochevieja
la bienvenida entusiasta
al Año Nuevo que llega.

Sus Tres Majestades Magas
ya vienen a toda mecha
huyendo de la Intifada
que Trump ha armado en su tierra.

Va acabando la romanza
que siempre, por estas fechas,
este bardo os regala
para rimaros las fiestas.

A cambio de esta matraca
no voy a pediros prendas
ni dádivas aguinaldas
ni tampoco recompensas.

Si acaso alguna alabanza
o una adhesión feisbukera
(que un dulce a nadie le amarga
ni la coba, si es sincera).

Y si visitáis la página
que en Internet tiene el menda,
en la ocasión más pintada
encargadme algún poema.

Que el Dieciocho nos traiga
amor y salud a espuertas,
y también algo de pasta
porque estamos a dos velas.

Concluye esta perorata
-¡cobardes de la pradera!-
honrando al de la Calzada;
Chiquito: ¡qué Grande eras!

Hasta luego Lucas, panda.
¡Felices Fiestas, audiencia!
Y hasta aquí la martingala
de Juan Cánovas Ortega.

Diciembre de 2017