Soneto
jubiloso para Magdalena |
Aunque tengas nombre de
cosa golosa
con tantas tocayas en repostería,
ni la Bella Easo conseguir podría
otra Magdalena más guapa y rumbosa.
Ocho lustros hace que dura
la guasa,
las recuas de alumnos en la ventanilla,
hora es de que aquélla que nació en Sevilla
traspase su silla y haga tabla rasa.
Quien tuvo retuvo María
de Magdala
y aún tienes el duende de hembra matadora
de la foto aquélla cuando eras chavala.
Ahora te jubilas como una
señora,
que disfrutes mucho de esta nueva etapa
y no olvides nunca que aquí se te añora.
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