|
Décimas
en memoria de mi padre,
Juan Cánovas Cánovas |
Quién te había
de decir
a ti, papá, que leías
novelas de Estefanía
con quijotesco fruir,
que el aciago porvenir
te traería el duelo postrero
contra un cáncer pistolero
que, a traición y de improviso,
te abordó sin previo aviso
y desenfundó primero.
Te imagino cabalgando
(¡así de apuesto y mozuelo!)
por las praderas del Cielo
alborozado y cantando
fandangos de contrabando,
y es por eso que en tu Día
te ofrezco esta melodía
de palabras engarzadas
para que en tus galopadas
la silbes por Alegrías.
Marzo de 2013
|
|